Del griego mitos, mentira, y mania, modismo. Se define mitomanía como el trastorno psicológico consistente en mentir patológica y continuamente falseando la realidad y haciéndola más soportable; el mitómano sublima su impulso transformándolo en arte. El dramaturgo español Juan Ruiz de Alarcón expuso un modelo de esta patología en su obra La verdad sospechosa.
Tendencia morbosa a desfigurar, engrandeciendo la realidad de lo que se dice.
Con frecuencia, el enfermo, de carácter más bien paranoide, desfigura mentirosamente la propia idea que tiene de sí mismo, magnificándola (delirio de grandeza) o simplemente disfrazando unos humildes orígenes con mentiras de todo tipo, de forma que llega realmente a creerse su propia historia y se establece una gran distancia entre la imagen que tiene la persona de sí mismo y la imagen real. Muchos famosos (cantantes de pop, celebridades de diez minutos, etc.) han padecido esta dicotomía.
Si bien la mentira puede ser útil y es un comportamiento social frecuente, el mitómano se caracteriza por recurrir a esta conducta continuamente sin valorar las consecuencias, con tal de maquillar una realidad que considera inaceptable urdiendo todo tipo de sistemas delirantes. Esta característica está asociada a trastornos de personalidad graves y se puede relacionar con dos tipos de caracteres: por un lado, los necesitados de estimación, y por otro, los que sufren un trastorno de personalidad hipertímica, es decir, las personas que tienen un ánimo muy elevado (superficiales, frívolos, impacientes).
Algunos adolescentes padecen de este trastorno debido a su personalidad inestable. Es bueno señalar que esto mayormente se da en aquellos cuyos padres son excesivamente rígidos o exigentes con ellos.
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